Frank Loyd Wright

Frank Loyd Wright – USA (1867-1959)

Frank Lloyd Wright (1867-1959) da otro toque genial a la arquitectura en hormigón. Aunque parece evidente que toma buena nota de otras aportaciones, especialmente de la Bauhaus, es innegable que da a la arquitectura en hormigón un toque maestro, elegante y distinguido. No cabe duda de que el hormigón es protagonista especial de la ordenación del espacio, de las texturas de sus superficies y de la distribución de los volúmenes.

De azarosa vida personal, Frank Lloyd Wright puede ser considerado todo un divo de la arquitectura contemporánea, capaz de mantener un fluido contacto con ingenieros y de apreciar su labor. Basta citar, a título de ejemplo, sus elogios hacia Eduardo Torroja – contemporáneo suyo aunque más joven que el americano,de quien dijo que poseía la cabeza pensante más poderosa que había conocido. No habiendo obtenido título de arquitecto (empezó como delineante en Chicago, en el estudio de Sullivan), se convirtió en referencia mundial de la arquitectura del s. XX, forjador de un estilo arquitectónico personal, aunque sincrético en lo estructural.

En la Casa de la Cascada (figura 1) es fácil advertir la influencia de las premisas de la Bauhaus, o en el Jonson Wax Building (figura 2) se percibe el empleo, distinguido y elegante de las losas fungiformes de Maillart.

Casa Cascada

Figura 1. La Casa de la Cascada (1937). Encargo de chalet del padre de uno de sus becarios,este edificio representó para Wright la consagración definitiva
en los años de la Gran Depresión. El hormigón era el único material posible para resolver, de forma simultánea,los problemas de creación de volúmenes y masas,de configuración resistente y de durabilidad.

Del ya citado Sullivan, en el pujante Chicago de finales del s. XIX, aprendería Wright una máxima que aplicaría hasta el final de sus días:
form follows function (la forma sigue a la función). Ejemplo notable de este principio filosófico de la arquitectura es el Museo Guggenheim
de Nueva York (figura 3), concluido en octubre de 1959, seis meses después de la muerte de su creador. Para tal configuración formal y funcional,
Wright no duda en utilizar nuevamente el material que mejor se adapta a tal deseo: el hormigón estructural.

Johnson Wax Building

Figura 2. Interior del Johnson Wax Building. Magistral sala hipóstila cubierta con una losa fungiforme. No hay aportación estructural relevante, pues se utilizan procedimientos ya avalados por experiencias anteriores, pero es innegable que Wright hace gala de un gusto exquisito y de un dominio del espacio al servicio del cual el material ideal es el hormigón. 

Guggenheim NY

Figura 3. Museo Guggenheim de Nueva York. Wright pone al servicio de la nueva concepción museística del momento una construcción original y asombrosa a cuyo esquema resistente se adapta como un guante el hormigón estructural

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Personajes